Intel, que en su día fue un líder tecnológico indiscutible, se encuentra hoy en una encrucijada crucial en su historia. Desde dominar el mercado de procesadores para PC y servidores hasta luchar contra retrasos tecnológicos y una competencia feroz, el recorrido de Intel ha estado lleno de emociones. Bajo el liderazgo del CEO Pat Gelsinger, la empresa se ha embarcado en una ambiciosa estrategia de transformación, con el objetivo de recuperar su ventaja tecnológica y expandirse a nuevos mercados. Con un precio de las acciones en los niveles de 2012 y una valoración cercana al valor de liquidación, Intel presenta una oportunidad arriesgada pero potencialmente muy rentable para los inversores pacientes. El éxito de la estrategia IDM 2.0, en particular el desarrollo del proceso de tecnología 18A, no solo podría cambiar la suerte de la empresa, sino que también le permitiría volver a la vanguardia de la fabricación de semiconductores.
Del dominio a la transformación
Intel Corporation, fundada en 1968, fue el líder indiscutible de la industria de los semiconductores durante décadas, especialmente en el segmento de procesadores para PC y servidores. Sin embargo, en los últimos años, la empresa se ha enfrentado a desafíos tecnológicos y de mercado sin precedentes. Los retrasos en el desarrollo de procesos de producción avanzados, la creciente competencia de AMD y NVIDIA, así como los cambios en el panorama tecnológico relacionado con el desarrollo de la inteligencia artificial, han puesto a Intel en una situación difícil. El hecho de no aprovechar la incertidumbre en el mercado de procesadores, relacionada con la introducción de aranceles a los productos de fuera de EE. UU. y la deslocalización de fábricas en el país, así como la pérdida del auge de las acciones relacionadas con la IA, han llevado el precio de las acciones a niveles de 2012.
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Hazte Cliente PRUEBE UNA DEMO Descarga la app móvil Descarga la app móvilEn el contexto de la competencia, hay una salida visible de inversores y una disminución de la confianza en el futuro de la empresa. Sin embargo, la situación actual de Intel puede presentar una oportunidad de inversión interesante para los inversores pacientes. La empresa se encuentra en medio de una ambiciosa transformación bajo el liderazgo del CEO Pat Gelsinger, quien regresó a la empresa en 2021 con la misión de restaurar su antigua gloria. El plan de transformación incluye no solo ponerse al día tecnológicamente, sino también expandirse a nuevas áreas, incluidos los servicios de fabricación por contrato (fundición) y el mercado de chips gráficos. Otro argumento a favor del potencial de crecimiento es la bajísima valoración, que está por debajo del valor de liquidación.
¿La diversificación de ingresos ayudará a sobrevivir?
Intel Corporation genera ingresos de varios segmentos comerciales clave. Cada uno de estos segmentos tiene sus particularidades y enfrenta desafíos de mercado únicos.
La mayor fuente de ingresos de Intel es el Client Computing Group (CCG), que representa alrededor del 50-55% de los ingresos totales de la empresa. Este segmento se centra en la producción de procesadores para computadoras personales y dispositivos móviles, y ofrece series de procesadores populares como Core i3, i5, i7 e i9. CCG también proporciona chipsets, placas base y soluciones Wi-Fi y Bluetooth. Los principales clientes de este segmento son fabricantes OEM como Dell, HP y Lenovo, así como distribuidores y usuarios finales.
El segundo segmento más grande es el Data Center and AI Group (DCAI), que genera alrededor del 30-35% de los ingresos de Intel. DCAI se especializa en la producción de procesadores de servidor Xeon, aceleradores de IA y soluciones de memoria y almacenamiento para centros de datos. Los clientes de este segmento son principalmente proveedores de servicios en la nube, grandes empresas e instituciones de investigación.
El Network and Edge Group (NEX) representa alrededor del 10% de los ingresos de Intel. Este segmento se centra en soluciones para redes 5G, edge computing e Internet de las cosas (IoT). Los principales clientes de NEX son operadores de telecomunicaciones y fabricantes de equipos de red.
El 5-10% restante de los ingresos de Intel proviene de segmentos más pequeños pero estratégicamente importantes. Estos incluyen Mobileye, especializada en tecnologías de conducción autónoma, Intel Foundry Services (IFS) que ofrece servicios de fabricación por contrato y la división de dispositivos lógicos programables, un legado de la adquisición de Altera. Estos segmentos, aunque actualmente tienen una participación limitada en los ingresos, se consideran motores potenciales del crecimiento futuro de Intel.
La disminución del margen es actualmente uno de los desafíos clave para Intel. El margen bruto de la empresa ha caído de niveles históricos del 55-60% a aproximadamente el 38-40% en los últimos trimestres. Las principales razones de este fenómeno son los elevados gastos en el desarrollo de nuevas tecnologías de producción, incluidas las inversiones en modernización de fábricas, y la creciente competencia, especialmente de AMD, que genera presión sobre los precios en el mercado de procesadores. Además, Intel está luchando con problemas de eficiencia de producción derivados de una menor utilización de la capacidad de producción, así como una desaceleración general en el mercado de PC y servidores después del auge de la pandemia. Los costos de reestructuración, incluida una reducción planificada de la fuerza laboral del 15%, también están afectando la situación financiera actual de la empresa.
¿Por qué Intel está valorada cerca de su valor de liquidación?
El valor contable tangible (TBV) por acción de Intel es actualmente de unos 19,51 dólares. Esto significa que se trata del valor contable de todos los activos netos por acción de la empresa, una vez deducidos los activos intangibles. Este valor refleja los importantes activos tangibles de Intel, incluidas las fábricas de chips estimadas en unos 80.000 millones de dólares, situadas en Estados Unidos, Israel e Irlanda, con planes de construir nuevas instalaciones. El valor de fábrica ya está después de la depreciación, lo que puede indicar un precio de liquidación, pero puede diferir significativamente del precio de mercado al vender parte de los activos. Además, Intel posee un enorme valor intelectual en forma de miles de patentes relacionadas con las tecnologías de semiconductores y un conocimiento técnico único en el diseño y la producción de chips. La empresa también cuenta con importantes inversiones en efectivo y a corto plazo, que a finales del segundo trimestre de 2024 ascendían a unos 29.000 millones de dólares. Además, existen inversiones estratégicas, como participaciones en Mobileye, especializada en tecnologías de conducción autónoma, y otras inversiones en prometedoras empresas emergentes y tecnologías futuras.
El mercado alcista perdido sigue siendo visible en los ratios financieros
El análisis de los indicadores financieros de Intel en comparación con los principales competidores en la industria de los semiconductores revela diferencias significativas en la valoración del mercado, que reflejan no solo la situación financiera de las empresas, sino también la confianza de los inversores. Según los datos de XTB Research, Intel tiene ratios de valoración mucho más bajos que NVIDIA, AMD, Broadcom o Qualcomm.
El ratio precio/beneficio (P/B) de Intel es de 40,1, que es mucho más bajo que AMD (159,2) o NVIDIA (67,6). En parte, un P/B tan alto se puede explicar por la disminución de los beneficios por acción. Por lo tanto, este indicador para Intel debe tratarse como un hecho interesante y la atención debe centrarse en el P/B futuro.
De manera similar, el ratio precio/valor contable (P/VC) de Intel es el más bajo del grupo con solo 0,8, mientras que para NVIDIA alcanza el 58,4. El ratio precio/ventas (P/V) también sitúa a Intel en la parte inferior de la lista con un valor de 1,6, frente al 35,9 de NVIDIA.
Estos bajos ratios de valoración de Intel son una clara señal de la falta de confianza de los inversores en las perspectivas de la empresa. Reflejan las preocupaciones del mercado sobre la capacidad de Intel para transformar eficazmente su negocio y recuperar su posición como líder tecnológico. Mientras que los competidores, especialmente NVIDIA y AMD, disfrutan de altas valoraciones que reflejan optimismo sobre su crecimiento futuro, especialmente en IA y tecnologías informáticas avanzadas, Intel es visto con mayor cautela. Las previsiones para el próximo año sugieren que Intel mantendrá una valoración relativamente baja con un P/B adelantado de 18,7.
A pesar de los bajos ratios, las recomendaciones de los analistas para Intel están equilibradas, con 6 recomendaciones de compra y 6 recomendaciones de venta, con un precio objetivo medio un 22% superior al actual. Esta discrepancia entre los bajos ratios de valoración y las recomendaciones moderadamente positivas de los analistas sugiere que algunos expertos ven potencial de mejora en la situación de Intel, pero el mercado en su conjunto sigue siendo escéptico. Esta situación pone de relieve que Intel es considerada una acción de valor, pero conlleva un riesgo significativo asociado a la transformación empresarial en curso y a la necesidad de reconstruir la confianza de los inversores. Al mismo tiempo, en comparación con las recomendaciones para los competidores, existen divergencias de opinión entre los analistas combinadas con poco interés institucional, con 12 recomendaciones para Intel en comparación con 67 recomendaciones para Nvidia.¿Corre Intel el riesgo de ser eliminado del Dow Jones y otros índices importantes?
Intel, a pesar de su larga trayectoria como líder en la industria de los semiconductores, está experimentando actualmente una importante disminución de su participación en los principales índices bursátiles y fondos ETF. En el índice S&P 500, uno de los índices de referencia más importantes del mercado bursátil estadounidense, la participación de Intel se ha reducido a solo el 0,19%. Se trata de una disminución significativa desde el nivel de más del 1% observado hace solo unos años. Una tendencia similar se observa en el índice NASDAQ-100, donde Intel constituye actualmente alrededor del 0,59% de la composición. Se trata de una cuota relativamente pequeña para una empresa que en su día fue uno de los pilares del sector tecnológico. Especialmente preocupante es la posición de Intel en el Dow Jones Industrial Average. Con una cuota de tan solo el 0,3347985%, la empresa ocupa el último puesto de este prestigioso índice. Esta situación pone a Intel en un verdadero peligro de caer fuera del Dow Jones en la próxima revisión de la composición del índice, lo que supondría un importante golpe de imagen para la empresa. En los ETF especializados en el sector de semiconductores, como el VanEck Semiconductor ETF (SMH) y el iShares Semiconductor ETF (SOXX), Intel todavía mantiene una cuota significativa, que asciende al 3,08% y al 2,71% respectivamente. Sin embargo, estos valores también reflejan la pérdida de importancia de la empresa en el sector, dada su posición histórica como líder. Aunque el riesgo de caer completamente fuera de los principales índices como el S&P 500 o el NASDAQ-100 sigue siendo bajo por el momento, nuevas caídas en la capitalización de mercado de Intel podrían ser un riesgo para la empresa. Esto, a su vez, podría desencadenar un efecto dominó en forma de mayor presión de venta por parte de los fondos indexados y ETF, que tendrían que ajustar sus carteras a los cambios en la composición del índice.
En el gráfico, Intel ha vuelto a 2012
Si observamos tanto el gráfico diario como el semanal, lo que llama la atención es el precio de la acción, que ha vuelto a niveles vistos por última vez en 2012. El mínimo de ese período servirá como soporte para el precio y, al mismo tiempo, uno de los niveles de retroceso de Fibonacci.
La primera resistencia será la SMA 50 a 28,86 dólares. La ruptura de este valor permitirá un ataque al retroceso de Fibonacci del 78,6% a 30,04 dólares por acción y a la SMA 100 a 31,21 dólares. El RSI muestra un fuerte repunte después de tocar niveles de sobreventa de 2005. Al mismo tiempo, el MACD está rebotando desde los niveles de sobreventa observados en el mínimo de la pandemia. (Gráfico diario) Fuente: xStation
En el gráfico semanal se observa un patrón similar. El RSI se recupera aún más lentamente desde los niveles de sobreventa vistos por última vez hace dos y doce años. Al mismo tiempo, el MACD intentará recuperarse desde los niveles más bajos en dos años. Después de superar el retroceso de Fibonacci del 78,6 %, la resistencia será la media móvil simple (SMA) de 100 días a 33,70 dólares y, a continuación, la media móvil simple (SMA) de 50 días a 37,05 dólares por acción. Superar las resistencias abriría el camino a los alcistas hacia el retroceso de Fibonacci del 61,8 días a 38,43 dólares por acción. (Gráfico semanal) Fuente: xStation
Un futuro incierto con un calendario ajustado
Intel se encuentra en un momento crucial de su historia, esforzándose por recuperar su posición como líder en la producción de semiconductores. La compañía está implementando una ambiciosa estrategia IDM 2.0, anunciada por el CEO Pat Gelsinger en 2021, que tiene como objetivo restaurar la competitividad de Intel frente a TSMC y Samsung. Esta estrategia se basa en tres pilares: ampliar las capacidades de producción de Intel utilizando tecnología de proceso líder, aumentar el uso de fábricas externas para satisfacer las necesidades internas y transformarse en un fabricante de semiconductores de clase mundial.
El agresivo cronograma para la introducción de nuevos procesos tecnológicos supone la implementación de Intel 4 (7 nm) para producción en 2024, seguido de Intel 3 e Intel 20A (2 nm) en 2025, y finalmente el innovador Intel 18A (potencialmente 1,8 nm), cuyo desarrollo se ha acelerado. La compañía ya ha logrado avances significativos, iniciando la producción en masa en el proceso Intel 3, tanto para clientes internos como externos. Este proceso ofrece mejoras significativas, incluido un nuevo diseño de transistor FinFET y una estructura de celdas de alta densidad.
Paralelamente, Intel está desarrollando Intel Foundry Services (IFS), abriendo sus fábricas a clientes externos y adquiriendo asociaciones estratégicas. Un ejemplo es el acuerdo con Microsoft por valor de más de 15.000 millones de dólares para la producción de chips personalizados. Pat Gelsinger destacó el papel clave de la fundición en la estrategia de la empresa: "He puesto el futuro de toda la empresa en 18A". Según los expertos del sector, 18A es capaz de competir eficazmente con TSMC N3, lo que representa una oportunidad de diversificación para los destinatarios finales. Sin embargo, Intel debe hacer frente a una dura competencia de TSMC, que actualmente domina el mercado de los procesos de producción avanzados. TSMC predice que para 2028, más del 20% de sus ingresos provendrán de la producción de procesadores de IA, con una tasa de crecimiento anual del 50%. Esto demuestra lo rápido que se está desarrollando el mercado de la IA y lo importante que es para Intel seguir el ritmo en este campo. La dependencia continua de los productos de TSMC conlleva riesgos que pueden materializarse con un cambio de poder en EE. UU. o el enfoque de China hacia la industria de los semiconductores.
Intel está invirtiendo significativamente en nuevas capacidades de producción, incluida la expansión de las fábricas existentes y la construcción de seis nuevas fábricas en Arizona, Ohio y Alemania. Estas inversiones están respaldadas por importantes subvenciones gubernamentales y compromisos de los clientes. La empresa también está invirtiendo en tecnologías innovadoras como la litografía EUV, RibbonFET (GAAFET) y PowerVia (suministro de energía por la parte posterior).
Para competir eficazmente con TSMC, Intel no solo debe cumplir sus promesas tecnológicas, sino también atraer más clientes a IFS ofreciendo precios competitivos y calidad de producción. Es necesario demostrar que la empresa puede gestionar eficazmente la producción para clientes externos manteniendo al mismo tiempo un alto rendimiento de sus propios productos.
El desafío será equilibrar las intensas inversiones con el mantenimiento de la rentabilidad a corto plazo, especialmente considerando los altos costos fijos asociados con las operaciones de fundición. Intel espera que la mayor parte de la producción en 2025 todavía se base en los procesos Intel 7 e Intel 10, lo que puede limitar los beneficios de margen resultantes de la introducción de nuevos nodos EUV. La empresa sigue siendo líder en términos de fondos asignados a I+D. Intel gasta el doble que Qualcomm, que ocupa el segundo lugar, y continúa desarrollando sus productos.
Intel tiene como objetivo ofrecer una amplia gama de servicios, desde la producción de semiconductores hasta el desarrollo de sistemas completos. Este enfoque refleja los cambiantes requisitos del mercado, especialmente en el contexto de las crecientes necesidades computacionales de la inteligencia artificial generativa.
El éxito de la empresa dependerá de la implementación oportuna de los planes tecnológicos, la adquisición efectiva de clientes para los servicios de fundición y la gestión eficiente de los costos. Si Intel logra implementar estos ambiciosos planes y superar los desafíos, tiene la oportunidad no solo de recuperar su posición como líder tecnológico, sino también de convertirse en un competidor serio de TSMC en el mercado de fabricación por contrato. Esto podría afectar significativamente la forma futura de la industria mundial de semiconductores, cambiando potencialmente el equilibrio de poder en la industria en los próximos años.
Resumen
Intel se encuentra en un momento crucial de su historia. Si implementa con éxito su estrategia IDM 2.0, incluido el desarrollo de procesos tecnológicos avanzados y servicios de fundición, podría crear una oportunidad de inversión interesante. La baja valoración actual de las acciones de Intel en comparación con la competencia sugiere que el potencial de crecimiento es significativo si la empresa tiene éxito. Particularmente importante será lograr la competitividad de Intel 18A y mejorar la eficiencia operativa. Si se logran estos objetivos, Intel no solo podría recuperar su posición de mercado perdida, sino también convertirse en un actor clave en el sector de la inteligencia artificial y las tecnologías informáticas avanzadas, que se encuentran en rápido desarrollo. Para los inversores dispuestos a asumir riesgos y esperar pacientemente los efectos de la transformación, las acciones de Intel pueden representar una opción interesante con potencial de crecimiento significativo del valor a largo plazo.
Maksymilian Kuch, asesor de inversiones
Analista bursátil de XTB
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