Aunque el gas natural no domina los titulares como en 2022, cuando los precios europeos superaron los 300 euros por megavatio-hora, los precios actuales son varias veces más bajos, aunque siguen siendo significativamente más altos que los niveles observados hace apenas unos años. Sin embargo, los estadounidenses siguen disfrutando de los beneficios del gas barato. Los precios al consumidor, aunque distintos de los precios en las bolsas de materias primas, siguen siendo una fracción de los de Europa. Sin embargo, el panorama estadounidense está cambiando. Si bien el presidente estadounidense Donald Trump quiere adoptar un enfoque de "perforar, perforar" para maximizar la producción de petróleo y gas, la demanda interna está aumentando y las ambiciones de exportación están creciendo. Al mismo tiempo, las necesidades de gas de Europa pueden estar aumentando. ¿Podría esto indicar el fin del gas barato en Estados Unidos, sacrificado en aras de la expansión internacional?
Disminución de los suministros rusos: ¿un cambio real?
Antes de la guerra de Ucrania, Rusia era el principal proveedor indiscutible de gas natural de Europa, principalmente a través de gasoductos. El conflicto alteró drásticamente esta dinámica, deteniendo prácticamente las entregas por gasoductos. Sin embargo, Europa sigue siendo un comprador importante de GNL ruso. En 2024, las importaciones de GNL ruso alcanzaron niveles récord, incluso cuando las entregas estadounidenses disminuyeron. El gas ruso, incluida su forma licuada, es simplemente más barato, un hecho que aprovechan las principales economías europeas. La UE pretende reducir esta práctica, abriendo potencialmente las puertas a otros proveedores, en particular Estados Unidos.
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Hazte Cliente PRUEBE UNA DEMO Descarga la app móvil Descarga la app móvilEstados Unidos: una potencia del GNL
Hace aproximadamente un año, la capacidad de exportación de Estados Unidos rondaba los 12 mil millones de pies cúbicos, pero ahora supera con frecuencia los 15 mil millones. La Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) pronostica que la capacidad de exportación de GNL de América del Norte se duplicará hasta alcanzar los 24,4 mil millones de pies cúbicos en 2028. Estados Unidos pretende aprovechar su potencial, capitalizando los precios más altos en el extranjero.
La EIA indica que la capacidad de exportación de América del Norte podría duplicarse. Fuente: EIA
Las necesidades de gas de Europa siguen siendo las mismas, en medio de las preguntas sobre el pacto verde y el agotamiento de las reservas. Donald Trump ha instado a Europa a aumentar las importaciones de GNL para abordar el importante déficit comercial. Se presenta una oportunidad oportuna, ya que Europa, tras haber agotado las reservas de gas a principios de este invierno, probablemente busque diversificarse más allá de los suministros rusos.
Los niveles de almacenamiento europeos se sitúan actualmente en aproximadamente el 55%, por debajo del promedio de cinco años, lo que refleja la situación de 2021, cuando Rusia comenzó a reducir las entregas. Alcanzar el objetivo del 90% de la capacidad de almacenamiento a principios de noviembre requerirá un aumento de las importaciones estadounidenses. Fuente: Bloomberg Finance LP, XTB
La influencia del clima
Las olas de frío a principios de año tanto en Estados Unidos como en Europa intensificaron la demanda de calefacción. Los dos años anteriores vieron un consumo de gas moderado. En consecuencia, los precios en ambas regiones subieron. Sin embargo, los patrones climáticos son volátiles y los indicios sugieren que lo peor del invierno podría haber quedado atrás. Europa, sin embargo, se enfrenta a una realidad diferente, todavía lidiando con una oferta limitada y precios superiores a 50 €/MWh. En contraste, los precios estadounidenses ya han retrocedido casi un 30% desde su pico estacional. Si la tendencia del año pasado se repite, es plausible una caída del 40-50% desde el punto máximo de los precios, lo que podría volver a los 2,2-2,5 dólares por millón de BTU, un rango que se observó el otoño pasado.
Perspectivas de precios
Los precios europeos y asiáticos siguen siendo múltiplos superiores a los de Estados Unidos. Si se tienen en cuenta los costos de transporte y licuefacción, la brecha entre los índices de referencia globales y los precios estadounidenses se reduciría considerablemente. Sin embargo, el aumento de la capacidad de exportación estadounidense restringirá la oferta interna. Si bien existe potencial de crecimiento de la producción, la demanda local también está lista para aumentar, impulsada por el auge de la infraestructura de inteligencia artificial. Donald Trump ha sugerido que las necesidades energéticas de Estados Unidos podrían duplicarse en los próximos años, y que las plantas a gas representan más del 40% de la generación de electricidad de ese país. Esto podría conducir a una restricción de la oferta interna en medio de una demanda creciente, lo que inevitablemente impulsaría los precios al alza. Esto se refleja en parte en la curva a futuro, que proyecta precios de 4,5-4,6 dólares para enero próximo, aunque estos niveles podrían alcanzarse antes. Se prevé que el próximo verano traerá temperaturas extremas, lo que aumentará aún más las necesidades energéticas de Estados Unidos y podría limitar la reposición de existencias antes de la próxima temporada de calefacción. La pregunta entonces es: ¿Es este el ocaso del gas barato estadounidense?
Fuente: Bloomberg Finance LP, XTB
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