Benjamin Graham: ¿quién fue y cuál fue su legado en el mundo de la inversión?

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Imagen de documentos y una calculadora en un artículo sobre quién fue Benjamin Graham

Benjamin Graham es uno de los inversores más influyentes de la historia. Apodado como el decano de Wall Street, este famoso inversor fue el gran maestro de Warren Buffet y el creador de una estrategia de enorme interés para los inversores: el value investing. En este artículo, repasamos sus consejos y enseñanzas.

Hablar de Benjamin Graham es hablar de una de las figuras más importantes del mundo de la inversión. Conocido por ser el padre del "value investing" o inversión de valor, una estrategia que se centra en identificar y comprar acciones infravaloradas por el mercado, Benjamin Graham ha dejado una huella imborrable a influir en generaciones de inversores y en figuras tan destacadas como el famoso Warren Buffet, pero ¿quién es exactamente? ¿Y qué enseñanzas podemos sacar de él?

¿Quién fue Benjamin Graham? 

Benjamin Graham es uno de los inversores más influyentes de la historia. Apodado como el decano de Wall Street (The Dean of Wall Street, según su término en inglés), Graham nació en Londres en 1894, aunque su carrera profesional la desarrollaría por completo en Nueva York (Estados Unidos), ciudad a la que emigró con su familia cuando tenía tan solo tenía un año. 

Con una infancia marcada por la muerte de su padre y las dificultades económicas a las que su familia se enfrentó por el pánico financiero de 1907, Graham se graduó en la Universidad de Columbia, a la que accedió becado, a los 20 años y con honores.

Su brillante expediente académico le valió una oferta como profesor de su propia Universidad, que acabó rechazando para adentrarse en Wall Street, donde comenzaría su meteórica carrera en el mundo de las finanzas. Durante la década de 1920, Benjamin Graham trabajó en varias firmas financieras, llegando a fundar la suya propia, Graham-Newman Corporation, en 1926. Además, en 1928 comenzó a enseñar en la Universidad de Columbia. 

La Gran Depresión de 1929, en la que su firma se vio fuertemente impactada, ayudó a Graham a pulir su filosofía inversora y le llevó a escribir la primera de sus obras: “Security Analysis”, un libro escrito a cuatro manos con David Good en el que presentó los cimientos del value investing. Años después, Graham lanzaría su obra más famosa: “El Inversor Inteligente” (“The Intelligent Investor”, según su término en inglés), un libro clave del sector que inspiraría a otros inversores de renombre, como el famoso Warren Buffet. 

En 1956, Benjamin Graham se retira de la enseñanza. Dos décadas después, fallece en Francia, dejando tras de sí una enorme huella en el mundo de la inversión y un legado que no ha caído en el olvido. 

Imagen de un gráfico bursátil en un artículo sobre quién fue Benjamin Graham
 

El Inversor Inteligente: ¿de qué trata la obra culmen de Benjamin Graham? 

“El inversor inteligente" es la obra más conocida de Benjamin Graham y uno de los libros más influyentes del ámbito de la inversión. Publicado por primera vez en 1949, esta obra introduce varios conceptos que son fundamentales en el value investing, enfatizando en la importancia de: 

  • Análisis exhaustivo. Hace hincapié en evaluar detalladamente las finanzas y las operaciones de una empresa antes de invertir en ella. 
  • Margen de seguridad. Destaca lo positivo de invertir en activos cuyo precio de mercado esté significativamente por debajo de su valor intrínseco. Así, el inversor genera un colchón financiero o margen contra errores de cálculo o fluctuaciones del mercado. 
  • Disciplina emocional. Insiste en huir de las decisiones impulsivas basadas en las emociones o en las tendencias del mercado. Cree que lo mejor es mantener una perspectiva a largo plazo. 

Estas ideas buscan proteger al inversor de errores comunes y promover una estrategia que se sustente en el valor real de las empresas, más que en especulaciones o modas pasajeras. 

Principios de inversión de Benjamin Graham y su impacto 

Tanto en su libro como en su pensamiento financiero, Benjamin Graham defendió que el mercado es, en ocasiones, irracional. Por eso, señalaba que las fluctuaciones de precios ofrecen oportunidades para adquirir activos infravalorados.  

En este sentido, estos son los principios fundamentales de Benjamin Graham: 

  • La importancia del valor intrínseco. Graham promueve determinar el valor real de una empresa en función de sus activos, ganancias y potencial de crecimiento y compararlo con su precio de mercado. 
  • Priorizar la inversión a largo plazo. Anima a centrarse en el rendimiento a largo plazo de las inversiones, huyendo de la especulación a corto plazo. 
  • Mr. Market y la metáfora del mercado. Graham describió el mercado como un personaje ficticio, "Mr. Market", que cada día ofrece precios distintos por las acciones y muchas veces guiado por emociones irracionales. Los inversores inteligentes deben aprovechar estos momentos de irracionalidad para comprar cuando los precios sean bajos y vender cuando estén sobrevalorados. 
  • Diferencia entre inversión y especulación. Según Graham, una inversión conlleva un análisis profundo y tiene por objetivo preservar el capital con un rendimiento adecuado. Cualquier otra actividad que implique comprar activos sin un análisis sólido, según tendencias o intuiciones, es especulación. 
  • Análisis fundamental rigurosamente cuantitativo. Graham promovía el uso de métricas financieras objetivas para evaluar una empresa antes de invertir: 
    • PER (Price to Earnings Ratio): relación entre precio y beneficios por acción. 
    • P/B (Price to Book Value Ratio): relación entre el precio de la acción y el valor contable de la empresa. 
    • Ratio de liquidez o ROE: medir la capacidad de la empresa para cubrir sus deudas a corto plazo. 
    • O sea, que se debía evitar invertir en empresas con altos niveles de deuda y buscar aquellas con balances sólidos. 
  • Invertir en empresas con un historial de dividendos consistente. Graham recomienda invertir en compañías que hayan pagado dividendos de manera constante durante al menos 20 años. Esto refleja estabilidad financiera y compromiso con los accionistas. 
  • Diversificación prudente. Aboga por no concentrar todo el capital en pocas acciones o sectores. De hecho, sugiere tener entre 10 y 30 empresas en la cartera para minimizar riesgos. 
  • El principio de la simplicidad. Cree que los inversores no necesitan modelos financieros complejos para encontrar buenas oportunidades. La clave está en el sentido común y en seguir reglas claras para no tomar decisiones impulsivas. 

La mejor muestra de la utilidad de estos principios es que han sido adoptados y adaptados por numerosos inversores exitosos a lo largo de las décadas. Además, se ha demostrado su vigencia y eficacia en distintos contextos económicos. 

Imagen de una plataforma bursátil en un artículo sobre quién fue Benjamin Graham
 

Legado de Benjamin Graham en las finanzas y la inversión 

El legado de Graham trasciende sus escritos y enseñanzas; su influencia es palpable en la forma en que muchos profesionales abordan la inversión hoy en día. Su énfasis en el análisis riguroso y en la disciplina emocional ha sentado las bases para prácticas de inversión más seguras y fundamentadas. 

Influencia de Benjamin Graham en Warren Buffett 

Uno de los discípulos más destacados de Graham es Warren Buffett, considerado uno de los inversores más exitosos de todos los tiempos. El famoso Oráculo de Omaha estudió bajo la tutela de Grama en la Universidad de Colombia y, posteriormente, trabajó en su firma Graham-Newman Corporation.  

Buffett ha atribuido gran parte de su éxito a las enseñanzas de Graham. De hecho, ha construido su propia estrategia de inversión en base a los principios y fórmulas del value investing, que ha aplicado con enorme éxito. Además, entre sus libros recomendados se encuentra el Inversor Inteligente, en el que se aborda este concepto.

¿Cómo aplicar las enseñanzas de Benjamin Graham hoy en día? 

Muchas enseñanzas de Benjamin Graham son atemporales, por lo que podemos aplicarlas en el contexto actual, aunque para ello es recomendable tener en cuenta ciertas bases: 

  • Educación continua. Es fundamental estar informado sobre las empresas y sectores en los que se desea invertir, utilizando fuentes fiables y actualizadas. 
  • Análisis fundamental. Hay que evaluar detalladamente los estados financieros, modelos de negocio y perspectivas de crecimiento de cada negocio o compañía. 
  • Establecer un margen de seguridad. Buscar activos cuyo precio de mercado está por debajo de su valor intrínseco puede ser ideal. Sobre todo, porque protege contra posibles fluctuaciones negativas. 
  • Diversificación. Siempre es buena idea distribuir las inversiones en distintos activos e industrias para mitigar riesgos. 
  • Disciplina y paciencia. Es esencial evitar las decisiones impulsivas motivadas por emociones o tendencias del mercado. Al mismo tiempo, hay que mantener una perspectiva a largo plazo. 

Benjamin Graham ha dejado un legado muy valioso en el plano de la inversión. Sus enseñanzas sobre el análisis fundamental, el margen de seguridad o la disciplina emocional continúan siendo básicas para todos los inversores, independientemente de su experiencia

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