Los Bonos del Estado, también conocidos como Bonos del Tesoro, son un activo que goza de una popularidad creciente dentro del mercado español. Este tipo de activos pueden ser especialmente atractivos para los usuarios que buscan una rentabilidad interesante y estabilidad en sus inversiones pero, ¿en qué se diferencian de los bonos corporativos y de otros instrumentos de renta fija? En este artículo, exploramos qué son y cómo invertir en Bonos del Estado.
¿Qué son los Bonos del Estado?
Los Bonos del Estado, también llamados Bonos del Tesoro, son instrumentos de deuda pública que el Tesoro Público emite para cubrir las necesidades financieras del Estado. Estos títulos, al igual que los bonos corporativos, son valores de renta fija a medio plazo, lo que implica que los inversores conocen de antemano cuál será la rentabilidad de su inversión. No obstante, cuentan con la particularidad de que el prestatario es el propio Estado, lo que reduce su nivel de riesgo a mínimos.
Anualmente, el Gobierno de España establece un objetivo de captación de fondos para financiar el déficit público. Este objetivo de captación se suple a través de la emisión de instrumentos de deuda pública, entre los que se encuentran los bonos del Tesoro. Cuando un inversor adquiere uno de estos títulos, le presta, por tanto, dinero al Estado, que se compromete a devolverlo junto con unos intereses, denominados cupones, que se fijan previamente y se pagan periódicamente durante un tiempo determinado. En el momento en el que el bono alcanza su fecha de vencimiento, el Gobierno le devolverá la totalidad del dinero prestado al inversor, que durante los años posteriores habrá disfrutado del pago de los cupones.
Los bonos del Estado se posicionan como un instrumento atractivo para los inversores que quieran rentabilizar su capital sin asumir grandes riesgos. Estos títulos tienen un plazo de vencimiento de entre dos y cinco años y se emiten a través de unas subastas organizadas mensualmente por el Tesoro Público. Estas subastas están abiertas a cualquier inversor. No obstante, el valor nominal mínimo que puede solicitarse es de 1.000 euros y cada petición que se realice por un importe superior debe ser múltiplo de 1.000.
Diferencias entre Letras, Bonos y Obligaciones del Estado
Además de los Bonos del Estado, entre los activos de deuda pública que emite el Gobierno español se pueden identificar dos instrumentos más: las Letras del Tesoro y las Obligaciones del Estado. Estos instrumentos guardan semejanzas con los Bonos del Tesoro, en el sentido en que los tres se emplean para cubrir las necesidades del Estado, pero tienen dos diferencias fundamentales: el plazo de emisión y el pago de la rentabilidad.
- Plazo de emisión: los Bonos del Estado son títulos a medio plazo que se emiten con una fecha de vencimiento de entre dos y cinco años. Las Letras del Tesoro, por su parte, son títulos a corto plazo, emitidos con una fecha de vencimiento de tres, seis, nueve o doce meses, y las obligaciones son títulos largoplacistas, con una fecha de vencimiento de entre cinco y treinta años.
- Rentabilidad: los Bonos del Estado pagan a los inversores unos intereses fijos que se abonan periódicamente hasta la fecha de vencimiento del activo. Lo mismo ocurre con las Obligaciones del Estado, que también cuenta con cupones. Las Letras del Tesoro, en cambio, no pagan intereses periódicos, ya que se emiten a descuento.
Teóricamente, cuanto menor es el plazo de inversión, más baja es la rentabilidad y más alta la liquidez. No obstante, esta teoría puede verse afectada por las circunstancias del mercado, por lo que, antes de invertir en esos activos, es recomendable analizar cuidadosamente la situación actual.
¿Cómo funcionan los Bonos del Estado?
Al igual que ocurre con otros títulos de deuda pública, los Bonos del Estado se emiten a través de subastas que realiza el Tesoro Público. Estas subastas pueden ser de dos tipos: competitivas y no competitivas.
- Subastas competitivas: los usuarios interesados en comprar Bonos del Estado indican el precio que estarían dispuestos a pagar por adquirirlos.
- Subastas no competitivas: los usuarios, en lugar de indicar el precio que estarían dispuestos a asumir por invertir en Bonos del Estado, asumen el precio medio ponderado resultante de la subasta.
A principios de año, el Tesoro Público establece el calendario con las fechas en las que se tendrán lugar estas subastas, que generalmente se celebran mes a mes. Antes de la celebración de cada subasta, los inversores pueden presentar, ya sea de manera online o de forma presencial en el Banco de España, una petición de compra estableciendo el plazo, importe e interés mínimo que desean recibir. El día de la subasta, el Tesoro adjudicará los bonos a los inversores que hayan presentado las mejores ofertas, hasta cubrir el importe que desea recaudar.
¿Qué riesgo tiene invertir en Bonos del Estado?
El mayor riesgo de un activo de renta fija es el de crédito, que implica que el emisor no pueda hacer frente al pago de los intereses fijados. Sin embargo, se considera que los Bonos del Tesoro son una inversión muy segura, ya que está respaldada por el Estado español. Aun así, hay algunos aspectos que deben tenerse en cuenta antes de acometer este tipo de inversiones.
En este sentido, el mayor riesgo de los Bonos del Tesoro viene derivado de las posibles subidas de los tipos de interés. Y es que si los tipos de interés suben, el valor de los bonos emitidos previamente disminuirá. En este marco, conviene recordar que la rentabilidad y el precio de un activo de renta fija tienen una relación inversa: a mayor rentabilidad, mejor precio. Cuando los intereses de las nuevas emisiones suben, los inversores suelen perder el interés de comprar emisiones anteriores, ya que ofrecen un menor interés.
Además, también conviene tener en cuenta la evolución de la inflación, ya que este indicador puede reducir el valor real de nuestras inversiones. En el caso concreto de los Bonos del Estado, si la inflación crece por encima de los intereses fijados en la compra, el valor real del dinero que hayamos invertido se reducirá, disminuyendo su poder adquisitivo. Por ello, es recomendable mantenerse informado sobre la economía del país y del mercado antes de comprar Bonos del Estado.
Rentabilidad de los Bonos del Estado
Tal y como señalan desde el Tesoro Público, la rentabilidad de los Bonos del Estado viene definida por dos componentes clave: el cupón y la diferencia entre el precio de compra y venta.
- Cupón: el cupón son los intereses fijos que recibe el inversor durante la vida del bono. Por ejemplo, si un bono paga un cupón del 0,55%, los inversores recibirán 5,5 euros en intereses por cada 1.000 euros invertidos.
- Diferencia de precio de compra y venta: al invertir en bonos del Estado, los usuarios tienen dos opciones: esperar a su amortización o venderlos antes de su fecha de vencimiento. Si los usuarios deciden esperar a la amortización del bono, recibirán la totalidad del dinero que habían invertido en la compra. En cambio, si deciden venderlo antes de su vencimiento, este importe puede variar, en función de las negociaciones que se hayan hecho en el mercado secundario.
Más allá de estos dos componentes, hay otros factores que pueden afectar a la rentabilidad de los bonos y que conviene tener en cuenta antes de invertir en ellos, como la inflación o los tipos de interés, que pueden llegar a reducir el valor de la inversión. Además, el riesgo del emisor y la fecha de vencimiento también pueden influir en su rentabilidad. Así, cuanto menor es el plazo de vencimiento, menor es la rentabilidad que se ofrece por el activo, y viceversa. Por su parte, cuanto mayor sea la calidad crediticia del emisor y, consecuentemente, menor sea el riesgo de no devolución, menor será la rentabilidad ofrecida, ya que las inversiones de mayor riesgo son las que suelen ofrecer mayor rentabilidad para atraer a los inversores.
En este sentido, la rentabilidad de los últimos bonos subastados por el Tesoro Público se situó en 2,8966% para los bonos a tres años y de 2,848% para los bonos a cinco años.
¿Cómo comprar Bonos del Estado?
Los Bonos del Estado se pueden comprar a través de tres canales distintos:
- De manera presencial, en las oficinas del Banco de España: en este caso, los inversores que quieran comprar Bonos del Estado deberán acudir con su DNI y pedir cita previa, ya sea a través de la página web del Banco de España, por correo electrónico (en la dirección consultas-cita-previa-bde@clorian.com) o por teléfono (llamando al número 913 385 000).
- A través de la web del Tesoro Público: en este caso, los usuarios interesados en invertir en Bonos del Estado tendrán que disponer de un DNI electrónico o certificado digital, así como de completar todos los formularios que requiere este organismo para poder introducir una orden.
- En un intermediario financiero: los inversores que quieran comprar Bonos del Estado también podrán hacerlo en bancos, sociedades y agencias de valores autorizadas. Esta opción es la más cómoda para el usuario, ya que generalmente el proceso es 100% online y puede realizar la compra en pocos minutos. No obstante, hay que valorar que, dependiendo del intermediario, se pagarán unas comisiones u otras.
Más allá del mercado primario, que es donde se emiten los títulos por primera vez, los Bonos del Estado también se pueden adquirir en el mercado secundario, en el que se ponen a la venta títulos que ya han sido emitidos con anterioridad.
A la hora de vender y comprar Bonos del Estado, es necesario tener una cuenta de valores para comprar y vender. Antes de empezar a invertir es muy importante tener claro el horizonte temporal, ya que el plazo es entre 2 y 5 años. Aunque existe la posibilidad de vender el bono antes de que llegue a su vencimiento, el precio podría variar en función de las circunstancias del mercado.
Invertir en Bonos del Estado puede ser una opción interesante para aquellos que busquen capitalizar sus ahorros sin asumir grandes riesgos. No obstante, y al igual que ocurre con todo tipo de activos, estos títulos también conllevan ciertos riesgos que se deben tener en cuenta antes de iniciar cualquier tipo de operación. Antes de comprar Bonos del Estado, es, por tanto, recomendable que los usuarios se informen sobre sus características y que indaguen en otros instrumentos de deuda pública, como pueden ser las Letras u Obligaciones del Estado. Comprender las diferencias entre estos activos de renta fija será clave para encontrar la opción de inversión que más se ajuste tanto a sus intereses como a su tolerancia al riesgo.
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