La inflación en España cayó a su nivel más bajo en un año, lo que probablemente se replicará en toda la zona euro y permitirá al Banco Central Europeo (BCE) seguir reduciendo las tasas de interés.
Según datos publicados este jueves por la agencia nacional de estadística, los precios al consumidor aumentaron un 2,4% en comparación con el mismo mes del año anterior. Esto es ligeramente inferior a la estimación media del 2,5%.
Este es el tercer mes consecutivo de desaceleración, impulsado por la disminución del coste de los combustibles, así como de los alimentos y bebidas no alcohólicas. La subyacente, que excluye los precios de la energía y algunos alimentos mostró una moderación, situándose en un 2,7%.
La inflación en España podría alcanzar el objetivo del 2% del BCE el próximo mes, aunque se espera que esta tendencia no se mantenga por mucho tiempo. Los efectos base de la energía, que han contribuido a la caída de la inflación, comenzarán a invertirse a finales de año, lo que podría hacer que la inflación general vuelva a subir hasta cerca del 3% para fin de año, también influenciada por la reversión de recortes de impuestos.
La inflación podría bajar en toda la zona euro
Los datos de España forman parte de lo que los analistas consideran una disminución generalizada de la inflación en la zona euro, compuesta por 20 países. Se espera que las cifras que se publiquen más tarde confirmen si este es el caso en la mayor economía de la región, Alemania. El viernes se presentarán informes de Francia, Italia y de toda la zona euro, donde se estima que los precios habrán subido un 2,2% en agosto, frente al 2,6% en julio.
Para el BCE, estos datos fortalecerán el argumento para otra reducción de tipos el 12 de septiembre, un resultado que los responsables de políticas ya han indicado como probable y que los inversores ya están anticipando. Los mercados están apostando por una o dos reducciones más este año.
En España, el gobierno ha ido eliminando gradualmente las ayudas para contrarrestar la inflación que estalló tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia, aunque ha mantenido algunas iniciativas, como el transporte público gratuito para los trabajadores.
En cuanto a la economía general, está en buena forma, con un turismo récord y exportaciones fuertes que impulsan una de las tasas de crecimiento más rápidas de Europa. La creación de empleo también es sólida, con el desempleo esta cerca de su nivel más bajo en unos 17 años.
Sin embargo, la política fiscal está siendo un obstáculo. La incapacidad del gobierno para aprobar un presupuesto está frenando sus objetivos económicos, utilizándose el plan de gastos del año pasado hasta que se resuelvan las disputas políticas.
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