Después de una larga espera, parece que septiembre será el momento en el que la Reserva Federal acompañará a los bancos centrales más importantes del mundo y dará comienzo el inicio de su programa de recortes de tipos de interés. Han pasado 14 meses desde la última vez que el organismo presidido por Jerome Powell subió los tipos de interés hasta alcanzar el 5,5%, siendo el segundo periodo más largo desde 1970 entre ambos movimientos (la media histórica se sitúa en 8 meses), y este cambio de escenario abre un nuevo horizonte para nuestras estrategias de inversión. Pero ¿cómo aprovechar este recorte de tipos de interés?
¿Qué son los tipos de interés?
Los tipos de interés son el coste de pedir dinero prestado, por eso a veces se dice que los tipos de interés son “el precio del dinero”. Por ejemplo, para pedir un préstamo a un banco, primero hay que acordar el interés que se va a pagar, que suele indicarse como tipo anual. Supongamos que se piden prestados 1.000 € a un tipo anual del 5%. Esto significa que, además de devolver el préstamo, se tendrá que pagar al banco 50 € al año en concepto de intereses. Por tanto, el tipo de interés es básicamente lo que el banco te cobra por prestarte dinero.
¿Por qué son importantes los tipos de interés?
Los tipos de interés influyen directamente en el coste de los préstamos. Cuando suben, las empresas se enfrentan a unos costes de financiación más elevados, lo que puede disminuir su inversión y oportunidades de crecimiento. Esta situación, además, puede llegar a tener un impacto negativo en el precio de sus acciones, que puede disminuir. Para los inversores, por tanto, unos tipos de interés elevados suelen indicar un cambio hacia activos más seguros que puedan generar ingresos recurrentes, como los bonos, que en este contexto pueden llegar a ofrecer rentabilidades más atractivas que las acciones.
Por el contrario, cuando los tipos de interés caen, los préstamos se vuelven más baratos, lo que puede animar a las compañías a mejorar sus inversiones. En este contexto, es más probable que las empresas decidan reforzar sus operaciones o expandirse a nivel geográfico o empresarial, lo que puede traer consigo un aumento de su rentabilidad y beneficios. Además, las empresas también pueden verse beneficiadas por el incentivo del gasto de los consumidores, que son más proclives a aumentar sus compras en estos periodos de tiempo por las facilidades que tienen para financiar grandes adquisiciones.
En el ámbito de la inversión, unos tipos de interés bajos suelen traer consigo un mayor precio en las acciones, que se ven impulsadas por el aumento del consumo de los usuarios y por la mejora en la actividad corporativa de las empresas. Como consecuencia, la rentabilidad de estos títulos suele mejorar, haciéndolos más atractivos que otros activos.
El papel de la Reserva Federal
Aunque los intereses de una operación o un préstamo vienen definidos por la ley de oferta y la demanda, existe un tipo oficial que todos los indicadores toman como referencia: el fijado por los Bancos Centrales. Estos organismos son quienes se encargan de definir la política monetaria de los países y quienes, en función de distintos factores macroeconómicos, definen cuál será el tipo de interés que los regirá. Así, los Bancos Centrales pueden optar por dos políticas: bajar los tipos de interés, con lo que se busca estimular la economía, o subirlos, con los que se busca el efecto contrario, es decir, enfriarla.
Las decisiones de los Bancos Centrales tienen un gran impacto en la economía de los países. A pesar de que estos organismos no prestan dinero de manera directa a los ciudadanos, sí se lo otorgan a los bancos comerciales, que pueden acudir a él tanto para pedir dinero prestado como para depositar fondos en forma de reserva bancaria. Cuanto más aumenten los tipos de interés, por tanto, más deberán pagar los bancos por pedir dinero prestado al Banco Central, lo que a su vez encarecerá los préstamos que ofrecen a los ciudadanos; por el contrario, cuánto más bajen los intereses oficiales, menor será el coste que asumirán los bancos de consumo al pedir dinero al Banco Central.
Dentro de la Unión Europea, el papel de Banco Central lo ocupa el llamado Banco Central Europeo, que fija la política monetaria para la totalidad de la zona euro. En Estados Unidos, en cambio, este papel lo asume la Reserva Federal, con dos objetivos clave: por un lado, potenciar el empleo; por otro, promover la estabilidad de los precios en los bienes y servicios adquiridos. Para cumplir con sus propósitos, este organismo toma decisiones de política monetaria que impactan en la vida financiera de los estadounidenses. Así, sus decisiones afectan no solo a las decisiones de gasto de los consumidores, sino también a las decisiones de gasto de las empresas, es decir, afectan a lo que producen, a cuántos trabajadores emplean y a cuántas inversiones realizan.
Evolución de los mercados después de un primer recorte de tipos de interés
Desde el crack del 29, cuando la FED decidió recortar los tipos de interés ante la gran caída de los mercados mundiales, las acciones han tenido generalmente un comportamiento muy positivo cuando se ha producido un recorte de tipos. En ocasiones ha sido motivado por el inicio de gran corrección, mientras que en otras por la mala evolución de la economía.
A lo largo de la historia, en los 12 meses posteriores al inicio de los recortes de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, el rendimiento medio de las acciones estadounidenses ha sido un 11% superior a la inflación. Las acciones también han superado a los bonos gubernamentales en un 6% y a los bonos corporativos en un 5%, en promedio. Por su parte, el “cash” considerado como efectivo y los bonos a muy corto plazo han generado un rendimiento un 2% por encima de la inflación.
Rentabilidad por encima de la inflación por clase de activo 12 meses después del inicio de los recortes de tipos
Fuente: Schroders
Sin embargo, si hacemos una comparación entre las acciones y los bonos en lo que llevamos de siglo, podemos ver que esta dinámica se reinvierte y los bonos han tenido un mejor comportamiento en las tres últimas ocasiones en las que la FED decidió subir los tipos y posteriormente recortarlos. Hay que tener en cuenta que durante 2001 y 2007 estas decisiones se adoptaron en un momento en el que los mercados financieros se encontraban en el inicio de dos de las mayores crisis bursátiles de la historia como fueron la burbuja puntocom y las hipotecas subprime.
¿Qué sectores han aprovechado más los recortes de tipos?
Los sectores defensivos, como la salud, utilities o bienes de consumo han tenido en general un comportamiento superior a los más cíclicos como pueden ser el energético, tecnológico o de materiales. Esto es especialmente evidente durante las recesiones, lo que probablemente se debe a que los inversores buscan sectores o industrias que tengan más probabilidades de resistir en un entorno de crecimiento más débil y beneficiarse de recortes de tipos más agresivos.
Rentabilidad media de cada sector comparado al MSCI USA Index en los periodos de recorte de tipos desde 1980 hasta 2024. Fuente: Schroders
Si nos fijamos en el comportamiento sectorial en 2019, que ha sido el último periodo de recortes de tipos de interés después de un ciclo de diferentes subidas, podemos observar que solo las tecnológicas superaron el rendimiento del S&P 500, aunque en general el rendimiento fue extraordinario.
Ideas de inversión para aprovechar los próximos recortes de tipos de interés
Los recortes de interés por parte de la Reserva Federal ofrecen nuevas oportunidades para los inversores, que pueden verse beneficiados de este cambio en la política monetaria. En este contexto, algunos sectores pueden verse más reforzados que otros, lo que los convierte en una alternativa de interés para los usuarios.
iShares S&P 500 Technology (IUIT.UK)
El sector tecnológico es una de las industrias que mejor pueden aprovechar los recortes de tipos de interés. Las empresas que lo componen se caracterizan por tener un crecimiento elevado y valoraciones muy altas, con una gran expectativa de beneficios a futuro que, con tipos más bajos, aumenta debido a que se descuentan a un tipo de interés más bajo. En estos últimos tiempos, la inteligencia artificial (IA) ha causado un gran revuelo en la sociedad y muchas empresas tecnológicas se están apresurando para incorporarla a sus productos y servicios. Estas empresas necesitan gastar importantes sumas de dinero en investigación y desarrollo para asegurarse que pueden seguir siendo competitivas, y para ello pueden recurrir a nuevas emisiones de deuda. Si las tasas de interés caen, estas empresas se beneficiarán porque pagarán costes más bajos por cualquier deuda que contraigan.
iShares S&P 500 Consumer discretionary (IUCD.UK)
El sector de consumo discrecional tiende a tener un buen rendimiento en entornos de tipos de interés bajos porque reducen los costes de endeudamiento, lo que facilita que los consumidores financien artículos como automóviles, productos electrónicos o incluso sus vacaciones. Con más ingresos disponibles y un crédito más barato, el gasto de los consumidores generalmente aumenta, lo que impulsa a las empresas de este sector.
iShares US Property Yield (IQQ7.DE)
El sector inmobiliario se beneficia significativamente de los recortes de los tipos de interés porque los menores costes de endeudamiento hacen que sea más asequible para los consumidores y las empresas financiar la compra de propiedades, ya sean residenciales o comerciales. Este aumento de la demanda puede hacer subir los valores y los ingresos por alquiler. Además, las empresas de este sector se caracterizan por distribuir dividendos elevados, por lo que los recortes de tipos y la caída en la rentabilidad de los bonos ofrece un mayor atractivo para los inversores que siguen este tipo de estrategias.
iShares S&P 500 Financials (IUFS.UK)
El sector financiero suele tener un buen comportamiento cuando hay recortes de tipos porque las tasas más bajas estimulan la actividad crediticia y de endeudamiento, aumentando los beneficios de los bancos y otras instituciones del sector. A medida que el endeudamiento se vuelve más atractivo, la demanda de préstamos aumenta, impulsando los ingresos por intereses. Los tipos bajos también pueden alentar mayores volúmenes de transacciones y crecimiento de la gestión de activos, lo que beneficia a las empresas financieras.
iShares S&P 500 Utilities (IUUS.UK)
El sector tiene un buen desempeño en entornos de tasas de interés bajos y, en particular cuando el crecimiento económico se desacelera, porque los servicios públicos son esenciales. Los consumidores priorizan el pago de la electricidad, el agua y el gas sobre otros gastos, lo que garantiza un flujo de ingresos estable y predecible para las empresas de esta industria. Además, los tipos de interés más bajos reducen el coste del capital para las empresas de servicios públicos, que a menudo tienen una deuda significativa para financiar proyectos de infraestructura.
SPDR Russell 2000 (ZPRR.DE)
Las pequeñas empresas a menudo se benefician de los recortes de tipos, ya que son compañías que, por normal general, tiene un mayor porcentaje de deuda y que, además, suelen tener una gran ponderación en tipo variable, por lo que al bajar el coste del endeudamiento se benefician de ello. Además, la reactivación económica podría alentar a las empresas más grandes a incrementar el gasto de capital y la actividad de fusiones y adquisiciones sobre las pequeñas, que podrían convertirse en un blanco fácil para estas compañías.
iShares Treasury Bond 20 + years (DTLA.UK)
En un entorno en el que los bancos centrales están comenzando con los primeros recortes de tipos, los bonos gubernamentales empiezan a recuperarse de las grandes caídas de 2023 y las altas expectativas que se tenían sobre ellos en 2024. Según CME Fed Watch, antes de finalizar el año se esperan tres recortes de 25 puntos básicos por parte de la FED, pero si los datos económicos se deterioran, podrían decidir aplicar recortes más rápidos para evitar una posible recesión. A pesar de la creciente deuda del gobierno, los Bonos del Tesoro de Estados Unidos siguen siendo una de las inversiones menos arriesgadas del mundo, y es probable que los inversores sigan recurriendo a ellos en tiempos de incertidumbre económica o inestabilidad geopolítica.
iShares Physical Gold (EGLN.UK)
El oro está preparado para iniciar un nuevo repunte alcista. Durante los últimos años ha estado impulsado por el temor a una recesión, los conflictos geopolíticos y el aumento de la inflación. Recientemente, han sido las compras de los bancos centrales en su deseo de diversificar sus reservas en dólares y los pequeños inversores chinos recelosos del sector inmobiliario y de la bolsa los que lo han llevado a cotizar a máximos históricos. Además de suponer una reserva de valor frente a la continua depreciación de las monedas tradicionales, el oro es una fuente de liquidez en momentos donde aumenta la volatilidad. También se espera que se beneficie del recorte de tipos, ya que, a diferencia de los bonos, el oro no ofrece un rendimiento fijo, por lo que a medida que caigan las rentabilidades de los bonos más inversores volverán a comprar esta materia prima.
Amundi S&P Global Luxury (GLUX.FR)
Históricamente, las clases altas han sido las más beneficiadas del aumento de la oferta monetaria, esto es, de la cantidad de dinero en circulación dentro de la economía. Esto tiene una relación directa con los tipos de interés, por lo que podemos afirmar con claridad que las bajadas de tipos de interés facilitará el aumento de riqueza de los patrimonios más altos, principales clientes de las empresas del lujo. Hemos podido ver el efecto inverso en los últimos trimestres, cuando las cuentas de resultados de las empresas del sector se han visto lastradas por las subidas de tipos de los años anteriores. Por ello, el efecto contrario provocará un aumento de la demanda de los productos de lujo, respaldada por unos tipos de interés más bajos.
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