La compañía de bicicletas estáticas, no levanta cabeza tras ser una de las empresas más famosas y reconocidas en la pandemia.
Sus ventas aumentaron durante los confinamientos por el Covid-19, pero posteriormente tuvo problemas cuando la flexibilización de las restricciones de la movilidad por la pandemia permitió a las personas reanudar sus actividades en gimnasios y en la calle.
En esta ocasión la pérdida de confianza de los inversores se debe a que su director ejecutivo, Barry McCarthy, ha anunciado que dejará su cargo mientras la empresa lanza un plan de reestructuración que recortará el 15% de su fuerza laboral.
A pesar de los importantes recortes de costes en los últimos años, la capitalización de mercado de Peloton ha caído a 1.200 millones de dólares desde un máximo al principio de 2021 de casi 50.000 millones de dólares.
Incluso la cotización actual es muy inferior a su valorización en el momento de su oferta pública inicial en septiembre de 2019, cifrada en 8.100 millones de dólares
Los ingresos totales de Peloton en los tres meses hasta marzo cayeron un 4% respecto al año anterior a 717,7 millones de dólares, mientras que las ventas de sus productos de fitness, como bicicletas y cintas de correr, se hundieron un 14%.
Los ingresos por suscripciones, que ahora representan el 61% de los ingresos totales, aumentaron un 3% pero los resultados mostraron signos de que la participación del cliente está decayendo.
Las acciones de la multinacional americana, cayeron al cierre de la sesión un 2,80%, con grandes picos de volatilidad durante la jornada ya que llegó a subir en algunos momentos un 18%. Desde principios de año baja un 47% y desde su máximo histórico un 98%.
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