La banca española aprovecho el aumento de sus beneficios gracias al rápido incremento de los tipos de interés para premiar a sus accionistas, que pese al buen rendimiento durante este 2023 y los últimos 2 años, seguían sin tener retornos positivos durante los últimos 5 años.
La remuneración al accionista se ha estructurado de dos formas, una con dividendos, que es la manera más frecuente en la que no solo los bancos, sino todas las empresas españolas remunera al accionista. La segunda, la recompra de acciones, que es menos habitual pero que parece cobrar más importancia.
Es sobre esta última manera sobre la que el gobernador del banco de España o el máximo dirigente de la CNMV han puesto el foco y argumentan que ante los nuevos retos que afronta el sector deberían de reinvertir en su negocio y reforzar sus recursos propios.
En cierta manera, los bancos deben ser conscientes de la ciclicidad de su negocio, que junto al desarrollo del sector y el surgimiento de las fintechs hace que se vuelvan más vulnerables de lo que eran antes. Y es que los costes de cambio (el coste para el cliente de cambiar de banco era mayor que el beneficio que iba a obtener) , una de las ventajas competitivas de los bancos, ya casi se ha volatilizado con la facilidad de transferir el dinero a otro banco o incluso banco digital. Esto se suma a la naturaleza del negocio bancario, en riesgo de quiebra constante debido al descalce de plazos, es decir, que se financian a corto plazo (depósitos, por ejemplo) y prestan a largo plazo (hipotecas), por lo que una retirada de dinero mayor al esperado deja al banco totalmente vendido.
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