Los ciudadanos de Alemania votarán el próximo domingo, 23 de febrero, el futuro del país en unas elecciones en la que factores como la economía, la inflación, la crisis industrial, la inmigración o el medio ambiente jugarán un papel clave.
Como mayor economía de Europa, representando aproximadamente una cuarta parte del PIB de la UE, el panorama político de Alemania tiene una influencia significativa sobre el crecimiento económico, el comercio y las oportunidades de inversión en todo el continente.
Originalmente programadas para septiembre, las elecciones de Alemania se adelantaron debido al colapso de la coalición gobernante a finales del año pasado. Los desacuerdos sobre la gestión del estancamiento económico del país, cuya economía no ha crecido desde la pandemia, fueron el punto clave que llevó al fin del gobierno de coalición, liderado por el canciller socialdemócrata Olaf Scholz.
Sacar a Alemania de un estancamiento económico que dura ya seis años y que ha puesto en duda su calificación como locomotora de la región europea obliga a una refundación de un modelo económico basado en el liderazgo tecnológico, las exportaciones masivas, la energía barata y uno de los Estados del bienestar más robustos, por lo que el trabajo que tendrá que realizar el nuevo canciller será de una envergadura monumental. Pero ¿quién será el candidato que ocupará este puesto? ¿Y cómo afectarán las elecciones de Alemania a los mercados europeos?
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¿Quién es el favorito para ganar las elecciones de Alemania?
Aunque las encuestas no siempre son el indicador más fiable, en este momento, los demócratas cristianos de centroderecha (CDU)/Unión Social Cristiana (CSU) lideran las encuestas de cara a las elecciones del domingo.
El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) del actual canciller Scholz ha bajado en la estimación de voto, pero, aún así, sigue siendo un candidato para unir fuerzas con la CDU/CSU para llegar a acuerdos de mayorías. En los últimos días, sin embargo, el partido de Los Verdes e incluso el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) han ido ganando terreno. El incremento en la popularidad de AfD, en caso de seguir esta tendencia, plantea la posibilidad de formar una “minoría de bloqueo”, que podría obstruir las reformas propuestas, especialmente si ellos y otros partidos pequeños obtienen más del 33% de los votos.
La economía, el gran problema de Alemania
Las elecciones de Alemania están marcadas por un tema clave: la economía. El candidato que se haga con la victoria en el proceso electoral deberá afrontar grandes desafíos para volver a impulsar al país, entre los que destacan:
1. Reducir el freno de la deuda. Las normas fiscales de Alemania, en particular su "freno de la deuda", agravaron la tensa relación de la última coalición del Gobierno. Instaurada en la Constitución tras la crisis financiera de 2008, este freno limita el déficit presupuestario del gobierno central al 0,35% del PIB, lo cual es una cifra considerablemente más restrictiva que la regla de la UE del 3% del PIB, y muy alejada del déficit del 6-7% que ha mantenido Estados Unidos.
2. La crisis del sector industrial. La industria alemana sufrió un duro golpe debido a la desaceleración del crecimiento de China tras la pandemia, que redujo la demanda del país como socio exportador. Poco después, se desató una crisis energética en medio de la guerra en Ucrania. Todo eso dificulta aún más a Alemania embarcarse en la transición de su industria automotriz principal, de vehículos con motor de combustión, a los vehículos eléctricos. El Gobierno vencedor de las elecciones de Alemania tendrá, por tanto, la tarea de recuperar esa ventaja competitiva, considerando opciones como invertir en infraestructura de energía renovable, reducir las tarifas de la red y bajar los impuestos a la electricidad.
3. Reducir los costes energéticos. Los precios de la electricidad y el gas son demasiado altos para la economía alemana, tradicionalmente intensiva en energía. De hecho, los precios de la electricidad son alrededor de tres veces superiores a los de Estados Unidos y China, y aproximadamente un 40% más altos que en su vecina Francia, que depende de docenas de reactores nucleares para obtener energía barata y estable. En este sentido, no obstante, hay algunas diferencias. Por un lado, la AfD se basa en los combustibles fósiles, en particular los de Rusia, y en la energía nuclear. Por su parte, la CDU quiere relajar las normas de CO2 e incluso repensar la decisión del país de abandonar la energía atómica, mientras que el SPD y los Verdes están comprometidos con el objetivo de que Alemania sea climáticamente neutra para 2045.
4. Reducir los impuestos. Tanto la CDU como el FDP quieren reducir los tipos impositivos corporativos (actualmente elevados en comparación con el promedio del G7) para fomentar la inversión. La CDU/CSU aspira a reducir los impuestos a las personas físicas y a las empresas, con la posibilidad de equiparar el tipo impositivo de las empresas con el del Reino Unido y Estados Unidos, que es del 25%. El SPD y los Verdes, por su parte, se centran en la desgravación fiscal para los hogares de ingresos bajos y medios.
5. Abordar la escasez de mano de obra. La migración ha sido un tema clave, y existe un consenso generalizado en incentivar la inmigración de trabajadores cualificados en un contexto de envejecimiento de la población. Sin embargo, el nivel de apertura a una inmigración más amplia ha sido objeto de debate.
Acciones alemanas para aprovechar las elecciones de Alemania
Un gobierno alemán estable con una agenda favorable a las empresas podría ser un nuevo impulso para Europa, permitiendo que las acciones de la región sigan teniendo un rendimiento positivo.
Las acciones, en particular las que tienen un comportamiento cíclico, destacando las financieras, podrían beneficiarse de la mejora en las perspectivas de crecimiento de la mayor economía de Europa. Los recortes de impuestos propuestos del CDU y la posibilidad de eliminar el freno de deuda tendrían un impacto directo en el crecimiento y la inflación, lo cual permitiría a las entidades bancarias sacar un mayor provecho.
El sector de moda en la región, el de defensa, ha sido el principal tema de debate en los últimos días. La idea de hacer un ejército comunitario o incrementar el gasto sobre PIB en el 5% implicaría un aumento considerable en su inversión. Alemania es actualmente el segundo país de la OTAN que mayor capital destina al sector, y aumentar su presupuesto dependerá del resultado de las elecciones de este domingo.
Otro sector que podría beneficiarse de las elecciones de Alemania es el automovilístico, una industria que, actualmente, representa cerca del 5% de la economía del país y emplea a casi 780.000 personas. Al igual que ocurre en el caso del químico, en el que empresas como BASF han sufrido una caída en sus beneficios, la expectativa de recortes en los gastos energéticos puede hacer que ambas industrias aprovechen la posible victoria del CDU, que ha promulgado la importancia que tienen ambos sectores en la economía del país.
Siemens también podría ser una acción interesante para los inversores, ya que podría verse beneficiado del enfoque del CDU de una mayor inversión en infraestructura. Además, la empresa se beneficia de proyectos internacionales, y un gobierno estable podría facilitar los negocios a nivel global.
Consecuencias en los bonos y el euro
En este caso, la estabilidad gubernamental podría deparar en un ligero repunte de los rendimientos de los bonos alemanes, ya que los inversores contemplan lo que podría suponer una flexibilización del freno a la deuda, permitiendo un impulso al crecimiento económico y un aumento de la emisión de este tipo de activos.
Aun así, no es seguro que los diferenciales de los bonos de otros países de la zona euro en relación con los bonos alemanes se estrechen. Los mayores rendimientos de los bonos alemanes inicialmente elevarán los tipos de interés en toda la zona monetaria y un aumento de los costes de endeudamiento supondría un dolor de cabeza adicional para los países que ya están bajo presión para reducir sus déficits presupuestarios.
Respecto a la divisa comunitaria, esperamos que un mapa político estable conlleve una subida en la divisa contra sus principales pares, lo cual debería ser negativo para las empresas exportadoras de la región, en un entorno en el que el ámbito comercial está cobrando especial protagonismo.
El impacto de las elecciones de Alemania en el Ibex 35
Dentro del Ibex 35 hay diversas empresas que, tanto directa como indirectamente, sufrirán las consecuencia de las elecciones de Alemania.
Por un lado, se encuentran aquellas compañías que tienen una mayor dependencia de sus resultados en la región. En un lugar destacado encontramos a Telefónica, que genera el 21% de sus beneficios en el país a través de su filial, Telefónica Deutschland. Esta filial ha reportado una caída en sus ingresos del 1,6% en el último trimestre publicado, una cifra que, sin embargo, mejora el de la empresa en su conjunto, que en esta misma métrica registró un descenso del 2,9%.
Además de Telefónica, las empresas turísticas también tienen una gran dependencia de los resultados en las elecciones. En este sentido, el número de pasajeros de Aena procedentes de Alemania en los aeropuertos españoles equivale, en estos momentos, al 9,3% del total de viajeros que visitan nuestro país, mientras que para Amadeus el país representa el 7% de sus ingresos. Por último, ACS también podría verse afectado por los resultados, particularmente a través de su filial Hochtief, compañía que ha crecido de manera constante en su cartera de proyectos y ventas y que actualmente genera el 2,4% de los beneficios totales de la constructora.
Por otro lado, los movimientos que se produzcan en el euro y los bonos tras las elecciones de Alemania, tendrán una implicación directa en aquellas compañías cotizadas españolas que tengan mayor exposición internacional, así como en aquellas que tengan un mayor nivel de endeudamiento. Entre las primeras podemos destacar a Ferrovial, con el 84% de sus ingresos generados en divisas diferentes al euro. En el caso de Grifols, ACS o Santander, por su parte, el porcentaje sería cercano al 80%, mientras que en el caso de Amadeus sería aproximadamente el 75%
La subida en el rendimiento de los bonos podría también afectar a aquellas empresas del selectivo nacional que tienen mayores niveles de deuda. Empresas como Grifols, Cellnex, Ferrovial o Acciona Energía tienen una deuda neta sobre ebitda superior a las cuatro veces, por lo que podrían ser las más afectadas si, tras las elecciones de Alemania, se produce una subida en los intereses.
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