Country Garden, una de las principales promotoras inmobiliarias de China, ha impagado un préstamo internacional de 60 millones de dólares denominados en dólares de Hong Kong. Lejos de ser un problema puntual de liquidez, la empresa afirma que tampoco podrá hacer frente al pago de sus bonos en dólares americanos y otras obligaciones. Esto no es nada nuevo, puesto que apenas hace un mes estuvo apunto de pagar los intereses de otros dos títulos y está extendiendo sus deudas en yuanes.
La empresa sufrió una caída en sus ventas de más del 81% durante el mes de septiembre, que junto a la caida sufrida en los primeros 9 meses del año del 44% han hecho que como otras muchas promotoras se encuentre en problemas financieros. De hecho, desde 2021 más de 30 promotoras chinas han impagado bonos en dólares.
El gobierno chino lleva tiempo intentando parar la sangría que sufre el sector y que representa en torno al 20% según diferentes fuentes. Entre las medidas tomadas, encontramos subsidios, rebajas en el capital inicial necesario para adquirir una hipoteca o la redifinición de compradores de primera vivienda.
Esto es otra señal más de la peligrosa situación que vive el país. Una de las consecuencias de la crisis del sector es que se acabe trasladando a la economía en general de manera más agresiva de lo que ya lo ha hecho, provocando una crisis interna de demanda que podría tener un impacto mundial. El impacto no sería por la repercusión financiera que pueda tener en el país, sino por la demanda del país asíatico en el continente europeo o americano.
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