En las últimas semanas, la atención del mercado se ha centrado en el fin de las subidas de tipos de interés. Wall Street, tras una ligera corrección a principios de octubre, ha pasado ahora a subir de forma sostenida, con los índices cerca de sus máximos históricos. Este sentimiento positivo está respaldado por la estabilización del mercado laboral estadounidense y la caída de la inflación. Si a esto le sumamos un sector industrial en recuperación, los mercados lo perciben actualmente como la receta perfecta para evitar la recesión y al mismo tiempo llevar la inflación al objetivo. Sin embargo, ¿son realmente tan optimistas los datos y está disminuyendo el riesgo de que la inflación repunte? Examinemos algunos gráficos sobre la inflación estadounidense para obtener más detalles.
Aunque el mercado laboral ha comenzado a estabilizarse, los salarios siguen siendo altos, aunque no tanto como a principios de 2021-2022. La inflación está cayendo y, hasta ahora, el progreso es notable.
El problema de la inflación en las economías occidentales surgió en gran medida de las decisiones de los bancos centrales durante la pandemia del COVID. Sin embargo, todo cambió cuando apareció la inflación. El único obstáculo aparente para una mayor desaceleración del crecimiento de los precios parece ser un fuerte shock de oferta. Actualmente, las posibilidades de que se produzca tal giro son pequeñas y los mercados no están preocupados por este escenario.
Las altas lecturas de inflación se deben principalmente a los altos precios de alquiler de viviendas. Muchos factores respaldan la normalización de la inflación en los últimos meses, como son la desaceleración del crecimiento de los componentes energéticos, los precios de los alimentos y, lo más importante, la próxima disminución de la vivienda.
El índice de precios de viviendas de Shiller indica una caída inminente en el crecimiento de los precios de alquiler, componente con un peso significativo en el cálculo de la inflación.
Ceteris Paribus, la inflación debería encaminarse gradualmente hacia el 2-2,5% para finales de 2024. Es importante señalar que es posible que veamos un ligero aumento de la inflación a principios de 2024 debido al efecto base. Sin embargo, si los cambios mes a mes mantienen el promedio de los últimos 10 años, deberíamos mantener una tendencia a la baja (sendero verde claro).
Los datos sugieren que la economía estadounidense va actualmente en la dirección correcta. Aunque la Reserva Federal mantiene un sesgo agresivo, la inflación debería disminuir gradualmente. Sin embargo, es importante recordar que todavía estamos en un entorno de altas tasas de interés, y su impacto en la economía podría ser más claro en 2024. Hasta ahora, la economía estadounidense se ha mantenido relativamente resistente gracias al colchón financiero mantenido después de la crisis de 2020. También toca señalar a la ingente impresión de dinero de 2021 y al bajo coste de la deuda durante ese período.
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